La sexualidad es un
aspecto que lo presentan todas las personas durante su vida, vinculados a
procesos biológicos, psicológicos y sociales, definiéndola como placer, afecto,
comunicación, ética y hasta la misma procreación.
Su educación debe
iniciarse a temprana edad, y no en la adolescencia como muchos creen.
Las experiencias
sexuales se viven de diferente manera según la interacción con sus pares, su
familia y el resto del entorno social, por eso que la sexualidad varía según
sea varón o mujer, jóvenes o adultos, pero también según las culturas y la
época.
Al hablar de
sexualidad con nuestros/as niños/as, debemos tener en cuenta los atributos
según el género, como características biológicas que determinan si es varón o
mujer, características socioculturales que lo diferencian, reconociendo las
diferencias entre lo masculino y femenino. Si bien la persona nace con un sexo,
aprende a ser varón o mujer a través de sus vivencias de sociabilización,
constituyéndose como persona con identidad sexual que al crecer se va
reconociendo, aceptándose y actuando como ser sexuado y sexual.
Este proceso es muy
importante tenerlo claro al llegar la adolescencia.
Si bien la
educación sexual no es homogénea según la población social que se trate,
tampoco lo es en nuestros adolescentes. Y como el ejercicio pleno de la
sexualidad es un atributo y un derecho de todas las personas, los padres y
profesionales no debemos tener temor a tratarlo desde temprana edad, paso a
paso, para que nuestros niños/as y adolescentes puedan vivir su sexualidad
libremente y no traumáticamente, por no estar preparados para el ejercicio en
este campo.
Debemos tener en
cuenta que el déficit que ellos presenten, no se vincula con el desarrollo biológico que se va desarrollando.
Debemos enseñarles a cuidar su cuerpo, qué pasa con su cuerpo, los cambios que
se producen, que en la medida de sus posibilidades irán comprendiéndolos.
También debemos
enseñarles como manifestar sus excitaciones de manera socialmente aceptable,
diferenciando la privacidad de la conducta pública, por ejemplo que tocarse las
partes íntimas y masturbarse no está
mal, pero que debe hacerse en privado. Previamente vivirá los afectos de la
aprobación o desaprobación de sus conductas durante su infancia, que
posteriormente en la adolescencia se reflejaran en su conducta sexual.
Los adultos debemos
estar atentos y preparados para las preguntas que nos formularan. Las
respuestas deben ser concretas y enfocadas hacia lo que preguntan, sin exceso
de detalles, para darle la posibilidad de nuevas preguntas.Algunos de nuestros
niños/as tal vez no formulen preguntas pero pueden llegar a demostrar sus
inquietudes de distintas formas a través
de ciertas actitudes como dar besos y abrazos en forma intempestiva, tocarse
las partes intimas, acostarse en el suelo y frotar sus genitales, mirar figuras
del sexo opuesto ligeras de ropas y actitudes de espiar a familiares o
allegados a su entorno, cuando se bañan o se cambian.
Para manejar bien
estas situaciones y poder comunicarnos bien con ellos para encausar nuestro
propósito debemos informarnos sobre:
*Trabajar
tempranamente las distintas funciones mentales descriptas en este blogs
anteriormente sobre: atencion conjunta, coherencia central, mentalización del
pensamiento, comprensión del lenguaje pragmático y funciones ejecutivas, para
que los mensajes impartidos sean captados.
*Hablarle
claramente desde pequeños, sobre su
cuerpo.
*Respetar al otro,
dentro de la familia, en la escuela y en la sociedad en general.
*No desestimar
ninguna pregunta por más simple que nos resulte.
*Limitarse a
contestar la pregunta.
*No dejar para
después el tratar un tema planteado por el/la niño/a o adolescente por
considerarlo inoportuno.
*Tener en cuenta
las actitudes que también tienen validez de preguntas.
*Enseñar con el
ejemplo.
*Respetar su intimidad
y hacer respetar la intimidad del entorno.
*Orientar sobre los
cambios físicos y conductuales que se viven con el crecimiento, para evitar
situaciones temerosas como podrían ser la presencia de la menarca en las mujeres
y la eyaculación nocturnas en los varones.
*Recurrir a las
anécdotas personales o a historias sociales, para enriquecer la comprensión de
la etapa que transitan.
*Nunca mentirles
sobre el tema porque entorpecerían la comunicación y perderían confianza.
*Tener en cuenta
que no se trata solo de trasmitir conocimiento , sino mas bien orientar e
inculcar un modelo de conducta sexual responsable, trasmitiendo valores.
*Tratar en lo
posible la comunidad de ideas sobre el tema entre los padres entre sí, y los
profesionales, para que no haya confusiones en los conceptos que imparta cada
uno, para que el mensaje sea claro y efectivo sobre los valores sexuales.
*Trasmitir los
inconvenientes de los abusos sexuales, embarazo prematuro e infecciones de trasmisión sexual y cómo
prevenirlos.
*Lograr que
entiendan el sentido y significado de cada palabra que usan, para que puedan
imaginar y nombrar lo vivido o que pretendan vivir. Es así como estructuraran
la información y organizaran sus conocimientos.
*Cuando los jóvenes
demuestren vergüenza al ser descubiertos en situaciones amorosas, los adultos
debemos demostrarles que no está mal, que es un orgullo de que guste de una
chica/o, que no debe sentir vergüenza porque guste y sientas cosas lindas por
otra persona.
*No exigirles que
cuenten todo lo que sientan y hagan sexualmente, ya que si los adultos
manejamos bien esto, solos/as lo comentaran.
*No debemos dejar
reducida la sexualidad al espacio genital, los besos caricias y abrazos también
son acciones sexuales .Diferenciar el concepto entre amor y sexo, que el amor
es una emoción basándose en el romance y la atracción, mientras que el sexo es
un acto físico, que puede que haya o no penetración.
Habrán notado que
lo primero que nombré al enumerar los ítems que debemos estar informados para
encausar la educación sexual en nuestros/as niños/as, adolescentes y jóvenes,
fue el trabajar las distintas funciones tempranamente, para facilitar la tarea
que nos preocupa y ocupa, porque desarrollando la atención conjunta el/la niño/a y el adulto estarán enfocado
hacia el mismo objetivo. Usar material grafico para mayor comunicación si es
necesario.
Porque desarrollando la coherencia central, comprenderá mejor los mensajes, por ejemplo:
diferenciar entre un nene y una nena, basándose en la conducta: que el nene hace pis parado y las
nenas sentadas, explicándoles el porqué
y dándole el nombre de las partes intimas (como se aplican en el seno
familiar y / o social).Así iremos trabajando para darle su propia identidad.
Otro ejemplo seria aclararles que el besarse y “hacer el amor” no son sinónimos.
Es decir enseñarles el sentido y el significado correcto de cada palabra que se
use.
Trabajando las Funciones Ejecutivas, sobre todo para ejercitar la flexibilidad
para que no le ocurra como el caso que narra Isabel Bruch, educadora de
sexualidad y genero, en su trabajo de investigación que un joven de 19 años, de
alto funcionamiento dentro de TEA, con lenguaje erudito, interesado en temas
relacionados con biología, expreso que nunca va a besar a su novia ni tener relaciones sexuales para no
contagiarse enfermedades, pero si le gustaría tener novia para conversar sobre
temas de biología. En pocas palabras, que sean flexibles en sus pensamientos,
para que su conducta sea más coherente.
Trabajando la Mentalidad del pensamiento, podrá
identificar y controlar sus emociones propias y ajenas, tan presentes en la
actividad sexual.
Trabajando el Lenguaje pragmático, podrá comprender y
hacerse comprender usando un lenguaje de acuerdo a las situaciones. Por ejemplo
cuando una jovencita hable de “mi novio”, le está dando un significado
diferente a la que le dan los novios
adultos cuando están por casarse. Es decir que cuando dicen palabras o
expresiones que han escuchado, es necesario
explicarles el concepto para que lo incorporen a su lenguaje de modo
claro y enseñarles en qué momento usarlo.
Una vez
concienciada la idea propia de sexualidad,
se podrá avanzar a ideas más amplias sobre el tema, insistiendo que la
educación sexual debe estar basada en aspectos biológicos, corporales,
afectivos, cognitivos y relacionales. Y que en caso de familias no
tradicionales, se debe basar en el afecto, cariño, atención y protección, que
son los pilares comunes en cualquier estilo de familia.
Demás esta decir
que ante cualquier duda que se presente en el proceso se debe acudir a
profesionales especializados en el tema , porque no podemos permitirnos que por
negligencia nuestra, nuestros jóvenes y adultos no puedan elegir en la medida
posible, qué opciones sexuales tomar con responsabilidad.
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