Las personas con
TEA tienen dificultad en la función motora gruesa, como movimientos de brazos,
piernas, pies, torso) y en la coordinación motora como el movimiento coordinado
de distintos músculos, articulaciones y huesos.
En ellos se pueden
observar alteración en las etapas del desarrollo, como edad en que se sentó,
gateó o caminó, por presentar una hipotonía muscular. Otras veces por rigidez muscular y muy pocas vedes por
biodecinesia (lentitud en los movimientos automáticos) Mi experiencia con estos
niños, me ha demostrado que esto, muchas veces se debe más a la falta de imitación, que a la
alteración motora en sí, ya que los niños neurotípicos la logran por imitación,
cosa que en ellos/ellas está alterada. Sin dejar de reconocer también a veces,
podrían estar ocasionadas por alteraciones sensoriales táctiles.
Al niño/a con bajo
tono muscular, lo notaremos blandito, dificultándosele el desplazamiento y el levantar objetos.
Mientras que otros/as con rigidez muscular, lo notaremos tenso. Tanto una como
otra característica debemos trabajarlas.
De allí la necesidad de que conozcamos la función neuromuscular y biomecánica
de los niños/as con TEA.
Algunos
niños/as suelen caminar en puntillas, a los que debemos ejercitarlos a aumentar
la base de sustentación (de apoyo) y aumentar el tiempo en esa posición. Éstos
temas fueron tratados en este blog, en
los artículos Psicomotricidad y neuroaprendizaje del 21 de agosto de 2011 y ¿Qué es la
psicomotricidad el 13 de agosto de 2011. Este último es un artículo de mi
autoría, publicado previamente en la revista “A construir” de abril-mayo de
2008.
Al trabajar
el tonismo tempranamente, evitaremos que disminuya su equilibrio y aumentar su cansancio. Y por qué no, evitar dolor,
cansancio, debilidad de los músculos antagónicos y hasta durezas en sus pies.
Estudios
realizados por Vilensky, en Canadá sobre este tema, encontró que presentaban
fases de apoyo más largos cuando el pié estaba en contacto con el suelo y pasos
más cortos, cuando los pies se separaban del suelo, además de una disminución
en la extensión de las rodillas.
Mientras que
en estudios realizados por Calhoun y colaboradores, encontraron diferencias
significativas en el ritmo de los pasos y la cinética de la cadera y rodilla,
por lo que encontraron una reducción de los movimientos flexores y aumento en
los del ángulo poplíteo( ángulo del dorso), ocasionado por una hipotonía. Pero
no encontraron diferencia entre la longitud de los pasos, ni la velocidad en el
desplazamiento.
Si el
problema en nuestros estudiantes es debido al retraso en las habilidades
motoras gruesas, tanto las terapeutas educativas, como personas allegadas (padres,
cuidadores etc.) debemos enseñarles jugando estrategias de modelos de movimientos,
para mejorar su equilibrio y coordinación. Pero si son de origen neuromuscular,
este trabajo debe estar a cargo de una fisioterapeuta, que están formados para
ese fin.
El análisis
de la marcha en nuestros niños/as con TEA, es importantísimo para establecer
tratamientos y realizar un seguimiento de las habilidades motoras gruesas, que
a veces pueden ser tan sutiles, que se
pueden pasar por alto, pero si no son tratadas pueden llegar a afectar
notablemente su forma de caminar, en el futuro. Y en consecuencia alterar su
calidad de vida, al presentar su movilidad alterada en las actividades
educativas, laborales y de ocio.
Beneficios de una buena motricidad en nuestros/as
niños/as:
*Desde el
punto de vista perceptivo. Si bien
nuestros niños/as perciben el entorno en forma especial, sobre todo el
sensorial, debemos trabajarlos para facilitar la relación con los elementos que
se encuentran en el entorno, para facilitar su comprensión.
*Para la
expresión de sentimientos a través del movimiento. Sabemos que el movimiento facilita la
capacidad para compartir estados afectivos, es decir, como elemento de
comunicación “no verbal”, por eso que considero necesario trabajarlo.
*Como
actividad física. Ya que la actividad
física se presupone como actividad para el mantenimiento de la salud y calidad
de vida, con nuestros estudiantes, yo centro este trabajo en:
a)
actividades físicas que responden a la salud en sí.
b) las
perceptivas y de coordinación, que los ayuden a desenvolverse el día a día.
c) las socio
motrices, para ir superando los problemas de relación con el entorno.
d)las físico
deportivas, que además de beneficiarlos en lo motor, los beneficiará en a
aprender a respetar reglas y normas, que no son reconocidas espontáneamente por
ellos/ellas, desarrollando sus funciones
ejecutivas (FE) de organización y planificación en forma clara.
Como trabajar con estudiantes diagnosticados con TEA.
Esto variará
según la severidad de cada caso. En el síndrome de Asperger (SA) y de alto funcionamiento
(TEAAF) Si bien no están dentro de sus síntomas destacados, presentan torpeza
motora en el período pre- escolar, y retraso en el desarrollo motor fino.
Déficit asociado, al que no se le da relevancia en los tratamientos, pero están
presentes, produciendo deficiencia motriz y haciéndolos victimas del entorno,
por ser diferentes.
Y con los de
bajo funcionamiento (TEABF), hacer una evaluación exhaustiva, y planificar el
trabajo en base a ella.
Estrategias para trabajar la motricidad:
*Coordinación dinámica de las manos. Hay múltiples juguetes para este fin.
a) golpes
con el martillo
b) arrojar
pelota en un recipiente.
c) realizar
determinados movimientos para lograr un fin, como por ejemplo girar una rueda
para que se abra una puerta.
d) apretar
una pelota de goma pluma con ambas manos y estrujarla lo máximo
posible.
*Coordinación dinámica de miembros inferiores:
a) caminar,
desplazándose sobre una superficie limitada (ej. línea dibujada en el piso,
sobre una soga extendida en el piso etc.)
b) patear
pelota con uno luego con el otro pié.
c) saltar la
soga.
*Rapidez en los movimientos:
a) carreras
b) los
ejercicios anteriormente descriptos, pero con más rapidez.
c) hacer
picar la pelota y agarrarla, varias veces.
*Realización simultanea de movimientos de
los miembros superiores e inferiores:
a) mientras
se camina, ir aplaudiendo, o golpeándose la cabeza.
b) mientras
se camina, ir haciendo picar una pelota, varias veces.
c) mientras
se camina ir arrojando la pelota hacia arriba y agarrarla, varias veces.
A todas
estas estrategias, se les agrega las
descriptas en los artículos mencionados
al principio, y a las que ustedes puedan agregar con su imaginación creativa.
Cabe recordar que no existen técnicas ni programas infalibles, ni que todos los
casos con que se trabaje son iguales.
Debemos seleccionarlas en relación a las características individuales de cada
estudiante, enfocando el tratamiento
según las necesidades de cada grupo del espectro, que presente, respecto a
su psicomotricidad.
En el caso
de autismo severo, debemos trabajar para establecer la atención conjunta,
desarrollar la atención, para poder conseguir la imitación y la formación del
yo corporal.
En el caso
de autismo leve, enfocarlo hacia la psicomotricidad en sí, para lograr el
dominio motor corporal.
Y en caso de
alto funcionamiento y S. Asperger, trabajar la actividad motriz, no solo para
superar las fallas de coordinación, sino también para superar los aspectos
sociales.
Con esta propuesta,
pretendo que cada lector que trabaje sobre el tema, diseñe un programa
individual, que responda al logro de la máxima funcionalidad, a través de la
motricidad.