viernes, 2 de diciembre de 2016

IMPORTANCIA DE LA CONSULTA NEUROPEDIÁTRICA FRENTE A UN /A NIÑO/A CON TEA, PARA DETECTAR UN POSIBLE SÍNDROME ASOCIADO (DOBLE SÍNDROME).

La consulta con un neuropediatra especializado en el tema, nos aclarará el panorama y además nos permitirá identificar fortalezas y debilidades que presente cada niño/a ,y a definir en forma multidisciplinaria el tratamiento terapéutico a seguir y orientar el estudio para detectar comorbilidades asociadas.
Esta consulta no puede ser una consulta más, no se trata del control de un niño/a neurotípico, sino de padres que han observado algo peculiar en su hijo/a, o a los que las maestras de kínder les refirió que no se integra, como que está en su mundo, que se aísla, que es diferente.
La ausencia de un marcador  específico que nos permita a través de un análisis de sangre, diagnosticar lo que ocasiona  los TEA, hace que el reconocimiento de entidades específicas que se asocian más frecuentemente con este trastorno sea una parte fundamental en la evaluación y la consulta neurológica.
En general se acepta que entre un 11 y 30 por ciento de nuestros/as niños/as, se asocian a una entidad medica específica, produciéndose más frecuentemente en los que tienen menor cociente intelectual, según estudios realizados por Volkmar y Cohen- 1988; Gillberg y Coleman- 1996 y Casselal -2006
La experiencia me ha demostrado que según el grado del trastorno, al ser trabajado sistemáticamente, las etapas del desarrollo se logran ir nivelando.
En general cuando se habla de autismo, sin otra especificación, se hace referencia al trastorno del espectro autista, sin síndrome asociado.
El diagnostico se realiza a través de la observación directa de los síntomas  relacionados a las alteraciones del comportamiento, ya que no existe ningún marcador biológico especifico del autismo.
Las pruebas complementarias, que se realizan buscando una etiología específica o síndrome asociado, aclararán si estamos frente a un portador de un síndrome doble, es decir que el/la niño/a posee dos diagnósticos, el correspondiente a TEA y el de la patología asociada, entre los que se encuentran intoxicaciones, infecciones, epilepsia, retardación mental, ataxias (problemas psicomotores), alteraciones sensoriales, hiperactividad y otros en el campo mental como Trastorno oposicional desafiante, ansiedad, depresión, sobre todo en los diagnosticados con el síndrome de Asperger.
Entre las comorbilidades más reconocidas encontramos:
*La retardación mental (RM), que es el trastorno más común, muchas veces asociado a entidades definidas, que forman los denominados: dobles sindromes.La identificación de este doble síndrome permite reconocer aspectos evolutivos de la condición y prevenir posibles complicaciones, brindando un adecuado asesoramiento en la mayoría de los casos.
Ante estos casos, si no se trabajaran terapéuticamente, en forma sistematizada todos los componentes, impactará negativamente en la evolución de el/la niño/a.
*Otra prevalencia en el doble síndrome (DS) en las personas con TEA, es el de tipo conductual, como el trastorno de la atención con hiperactividad (ATDH) o sin ella, trastorno obsesivo compulsivo, y estereotipias.
La experiencia me ha demostrado que muchas de estas formas de actuar, se deben  a su incapacidad de beneficiarse con las cosas del entorno, por presentar alteraciones en la regulación sensorial. Es por eso que aconsejo trabajarlo tempranamente. Éste tema lo pueden encontrar en el artículo del 29 de setiembre de 2013, de este blog.
O también puede deberse a no poder comprender la información socialmente relevante, tan importante para el comportamiento adaptativo, tema tratado en los  artículos de mayo y julio de 2.012, de este blog.
Es muy común que niños/as con TEANE (trastorno del espectro autista no especificado) sean diagnosticados originariamente con ATD/H, según estudios realizados por Barkley 1998.

·        La epilepsia que es una condición asociada a los TEA. Estudios realizados por Ruggiere 2005, han determinado que entre el 25 y 35 por ciento de personas portador del diagnóstico de TEA, la padecen, con dos claros picos de incidencia según la edad: el primero entre 0 y 3 años y el segundo en la adolescencia.
La mayor incidencia fue observada en la adolescencia, por estar relacionada con un nivel intelectual y en especial con severos trastornos del lenguaje.
En general las crisis más comunes son las parciales complejas, las tónicas-clónicas generalizadas o las combinaciones de crisis focales generalizadas.
En algunas oportunidades pueden ser difícil diferenciar entre la presencia de episodios epilépticos tipo mío- clónicas o ausencias con revulsión ocular de fenómeno no epiléptico., relacionada con conductas episódicas de movimiento ocular o fenómenos catatónicos. Cosa que puede aclararse con un video electroencefalograma  y permitir un diagnostico más certero, de allí la necesidad del planteo de este artículo.

Estos estudios, permitirán determinar:

1-La coexistencia de TEA y epilepsia independiente.

2- Consecuencia de una misma etiopatogenia donde las crisis epilépticas y la actividad paroxística encontradas en el electroencefalograma (EEG), que se deban a patologías subyacentes, que modifican la actividad neuronal(por afección en el cromosoma 15, que tiene genes implicados en la génesis del trastorno autista y la epilepsia, al alterar los receptores de los neurotransmisores.

3-Por acción de la epilepsia, al alterar ciertos circuitos neuronales implicados en el neurodesarrollo, durante los dos primeros años de vida del niño/a.

4-Por efecto de la epilepsia, interfiriendo las vías neuro sensoriales especificas que generan alteraciones específicas que genera alteraciones secundarias en la interacción social recíproca.

Aun, no se sabe se la epilepsia es un detonante del trastorno del espectro autista o al revés, o es la aparición conjunta, que hace actuar como factores coadyuvantes. De allí la necesidad de que nuestros/as niños/as, sean evaluados mediante un excautivo historial, por una tomografía axial computarizada (TAC), , por una resonancia magnética(MR) y un electroencefalograma (EEG) o polisomnografia.
A quien trabaje con estudiantes que presenten episodios epilépticos, les aconsejo emplear historias sociales, para explicarles de lo que se trata, tema desarrollado en el artículo de 29 de octubre de 2.014 de este blog.

Los avances neurobiológicos, genéticos, diagnósticos y terapéuticos hacen que los TEA sean una condición que despierta entre los que la tratamos, un gran compromiso científico y humano, que nos preocupa y ocupa, para lograr la máxima funcionalidad  de quienes   portan este diagnóstico ,mediante:
*El reconocimiento de los principales síntomas.
*Definiendo el plan de tratamiento  más apropiado para cada uno.
*El empleo de medicamento más adecuado, en cada caso.

*Encontrar nuevas propuestas interdisciplinarias.