sábado, 21 de marzo de 2015

TECNICAS DE APOYO EMOCIONAL PARA LOS/LAS HERMANAS/OS DE NIÑOS/AS DIAGNOSTICADOS CON TEA

Los hermanos/as de nuestros estudiantes van creciendo al lado de su hermano/a, conviviendo cada etapa, cada sinsabor y cada alegría junto a la familia, siendo testigos omniscientes de lo que pasa a su alrededor.
Cada hermano/a es único en la forma particular de afrontar la situación, dependiendo de múltiples factores, como la edad, personas que forman la familia que viven en la casa, orden del nacimiento, la madurez emocional, el grado de diversidad de su hermano/a y la forma que los padres afrontaron el diagnóstico.
En mis largos años de trayectoria trabajando con mis estudiantes he observado generalmente que los hermanos mayores crecen sin poder expresar lo que sienten, para no molestar a sus padres, que viven tan preocupados por su hermano menor diagnosticado con TEA. Y que en muchos casos los hermanos menores se adaptan a las conductas discursivas de su hermano mayor, pero a medida que  crecen, aparecen preocupaciones, sentimientos y pensamientos sobre por qué es así su hermano/a.
En ambos casos los sentimientos de amor y alegría vividas en los buenos momentos se contraponen con los celos, culpa y hasta vergüenza en los momentos adversos. Es por esto que les permito que asistan a las terapias que le imparto a su hermano/a cuando ellos lo solicitan, para que con libertad pregunten sus inquietudes y para que puedan ver los logros de su hermano/a diagnosticados con el trastorno, cuando trabajan sistemáticamente.
Para mejorar estas experiencias negativas aconsejo trabajar en ponerle palabras a los sentimientos de los hermanos/as, dar lugar, espacio y tiempo a que se expresen.
Hecho que parecería muy fácil, pero en la práctica les cuesta mucho a los padres. Deben explicar, permitiendo que hablen sobre sus sentimientos, trasmitiéndoles empatía y seguridad sobre lo que sienten por sus hermano/a, aun ante situaciones negativas, y con esto hasta se suele fomentar el diálogo entre padres e hijos.
Sin duda que habrá muchos factores que variarán el momento y la forma en que se hablará con los hermanos/as, como la edad, la capacidad cognitiva y el nivel de desarrollo emocional.
Se debe tener en cuenta que no hay dos niños iguales, así como no hay dos niños iguales entre los  hermanos/as diagnosticados con TEA.
Abordaré el tema, aunque quizá lo realice con cierta generalización, porque solo pretendo dar una orientación base, dejando en manos de los especialistas, la solución del problema para tratarlo adecuadamente, en caso de que lo hubiese.

Enfoque que debe tenerse en cuenta:

*Tomar el tiempo necesario, puesto que posiblemente le cueste procesar la información sobre su hermano/a con TEA.
*No se debe referir a que el autismo es una enfermedad. Primeramente porque de hecho no lo es, y segundo por las expectativas que puedan depositar como enfermedad, como curación, contagio etc.
*Analizar junto al hermano/a las cosas diferentes que presenta su hermano/a, haciendo una nómina de fortalezas y debilidades, para facilitar    afrontar el proceso, descubriendo que en realidad no es tan grave la situación, ya que hay más personas con ese diagnóstico.
*Comprender los celos presentados, al perder su propia estima, debido al interés y atención que le prestan a su hermano/a y la necesidad de darle su lugar, dedicándole tiempo, respetar sus necesidades, porque ante todo también son personas, que tienen las mismas necesidades que tienen los demás, más la carga adicional que implica una convivencia de por vida con el diagnóstico.

Estrategias que se deben trabajar:

*Respeto a su individualidad, ser escuchados y comprendidos en la dinámica diaria.

*Información, dándole el qué, cómo y porqué, en forma clara y directa según su nivel, de todas las incógnitas respecto al diagnóstico   que presenta su hermano/a, para que así puedan mostrarse más dispuestos a ayudarlo/a.

*Comprensión para que se concienticen de que su vida va a ser diferentes la de los demás e interiorizar las des- habilidades de su hermano/a.

*Apoyo: a veces los /las hermanos/as necesitan de ayuda profesional para entender y manejar sus propias relaciones, frente a las situaciones.
Los grupos de apoyo para hermanos/as son de gran importancia, pues se da como una alianza implícita, al compartir el mismo problema, porque todas las manifestaciones hostiles ante  su realidad, guardándolas en secreto, suelen volverse contra sí mismos y manifestándose como afección psicosomáticas.

*Entretenimiento, permitirles a los hermanos/as sentir el deseo de ayudar a sus padres y enseñarles a trabajar con su hermano/a con TEA, para que aprendan  interacciones exitosas, y la interacción sea proactiva.

*Contención, más allá de que su hermano/a haya nacido antes o después del hermano diagnosticado, los padres deben ofrecer la envoltura afectiva para que les sea posible mentalizar sus angustias. Para que no quede atrapado por su sentimiento de abandono afectivo, convirtiéndose en un reclamador del sentimiento que no recibe, porque en estos casos puede estar más acentuado las emociones intensas y contradictorias, típicas de todo vínculo fraterno.

*Superación de la preocupación por el futuro, si bien esta preocupación nace desde el momento de recibir el diagnóstico, siempre se suele depositar en los otros hijos, los que asumirán la función de cuidado cuando ellos no estén. Es por eso que los hermanos /as van creciendo con la perspectiva fijada de su futuro hipotecado. Esta preocupación a nivel familiar, la mayoría de las veces se presenta de forma silenciosa, de allí que insisto en la superación de este sentimiento, poniéndole palabras.

Resumiendo, las técnicas de apoyo emocional para los hermanos/as de personas diagnosticado con TEA son:
a-Proporcionar información apropiada según la edad, de forma continuada y progresiva.
b- Ayudar a los hermanos a desarrollar una relación con su hermano/a diagnosticado, proporcionándoles amplias oportunidades de juegos y facilitando que el hermano/a diagnosticado inicie interacciones.
c-Disponer de espacios de tiempo especiales y planificados para compartir tanto con el hijo/a diagnosticado/a como con sus hermanos/as.
d-Ayudar a su hijo/a para que acceda a grupos de apoyo y/o otros recursos en caso que lo necesite.
e- Considerar los deseos y preocupaciones de los hermanos del hermano diagnosticado, a planificar su futuro.
Con el correr del tiempo he visto que las familias que han abordado eficazmente las cuestiones ligadas a la comunicación, los vínculos y los valores, han podido apostar  a mayor cantidad de éxitos dentro del hogar, lográndose sentirse más unida y feliz.

Si bien el autismo no es el único motivo de tenciones familiares, debemos tener en cuenta que para no agravar la situación y vivir en armonía, se debe reflexionar  y lograr una buena comunicación entre las personas que rodean a la persona que lo padece, como también estar atentos a recibir lecciones de vida que nos proporcionan las personas con autismo, porque en mis años de trabajar con ellos, son muchas, muchísimas las cosas que ellos me han enseñado.