Los hermanos/as de
nuestros estudiantes van creciendo al lado de su hermano/a, conviviendo cada
etapa, cada sinsabor y cada alegría junto a la familia, siendo testigos
omniscientes de lo que pasa a su alrededor.
Cada hermano/a es
único en la forma particular de afrontar la situación, dependiendo de múltiples
factores, como la edad, personas que forman la familia que viven en la casa,
orden del nacimiento, la madurez emocional, el grado de diversidad de su
hermano/a y la forma que los padres afrontaron el diagnóstico.
En mis largos años
de trayectoria trabajando con mis estudiantes he observado generalmente que los
hermanos mayores crecen sin poder expresar lo que sienten, para no molestar a
sus padres, que viven tan preocupados por su hermano menor diagnosticado con
TEA. Y que en muchos casos los hermanos menores se adaptan a las conductas
discursivas de su hermano mayor, pero a medida que crecen, aparecen preocupaciones, sentimientos
y pensamientos sobre por qué es así su hermano/a.
En ambos casos los
sentimientos de amor y alegría vividas en los buenos momentos se contraponen
con los celos, culpa y hasta vergüenza en los momentos adversos. Es por esto
que les permito que asistan a las terapias que le imparto a su hermano/a cuando
ellos lo solicitan, para que con libertad pregunten sus inquietudes y para que
puedan ver los logros de su hermano/a diagnosticados con el trastorno, cuando
trabajan sistemáticamente.
Para mejorar estas
experiencias negativas aconsejo trabajar en ponerle palabras a los sentimientos
de los hermanos/as, dar lugar, espacio y tiempo a que se expresen.
Hecho que parecería
muy fácil, pero en la práctica les cuesta mucho a los padres. Deben explicar, permitiendo
que hablen sobre sus sentimientos, trasmitiéndoles empatía y seguridad sobre lo
que sienten por sus hermano/a, aun ante situaciones negativas, y con esto hasta
se suele fomentar el diálogo entre padres e hijos.
Sin duda que habrá
muchos factores que variarán el momento y la forma en que se hablará con los
hermanos/as, como la edad, la capacidad cognitiva y el nivel de desarrollo
emocional.
Se debe tener en
cuenta que no hay dos niños iguales, así como no hay dos niños iguales entre
los hermanos/as diagnosticados con TEA.
Abordaré el tema,
aunque quizá lo realice con cierta generalización, porque solo pretendo dar una
orientación base, dejando en manos de los especialistas, la solución del
problema para tratarlo adecuadamente, en caso de que lo hubiese.
Enfoque que debe tenerse en cuenta:
*Tomar el tiempo
necesario, puesto que posiblemente le cueste procesar la información sobre su
hermano/a con TEA.
*No se debe referir
a que el autismo es una enfermedad. Primeramente porque de hecho no lo es, y segundo
por las expectativas que puedan depositar como enfermedad, como curación,
contagio etc.
*Analizar junto al
hermano/a las cosas diferentes que presenta su hermano/a, haciendo una nómina
de fortalezas y debilidades, para facilitar
afrontar el proceso, descubriendo que en realidad no es tan grave la
situación, ya que hay más personas con ese diagnóstico.
*Comprender los
celos presentados, al perder su propia estima, debido al interés y atención que
le prestan a su hermano/a y la necesidad de darle su lugar, dedicándole tiempo,
respetar sus necesidades, porque ante todo también son personas, que tienen las
mismas necesidades que tienen los demás, más la carga adicional que implica una
convivencia de por vida con el diagnóstico.
Estrategias que se deben trabajar:
*Respeto a
su individualidad, ser escuchados y comprendidos en la dinámica diaria.
*Información, dándole el qué, cómo y porqué, en forma clara y directa según su nivel, de
todas las incógnitas respecto al diagnóstico
que presenta su hermano/a, para que así puedan mostrarse más dispuestos
a ayudarlo/a.
*Comprensión para que se concienticen de que su vida va a ser diferentes la de los
demás e interiorizar las des- habilidades de su hermano/a.
*Apoyo:
a veces los /las hermanos/as necesitan de ayuda profesional para entender y
manejar sus propias relaciones, frente a las situaciones.
Los grupos de apoyo
para hermanos/as son de gran importancia, pues se da como una alianza
implícita, al compartir el mismo problema, porque todas las manifestaciones
hostiles ante su realidad, guardándolas
en secreto, suelen volverse contra sí mismos y manifestándose como afección
psicosomáticas.
*Entretenimiento, permitirles a los hermanos/as sentir el deseo de ayudar
a sus padres y enseñarles a trabajar con su hermano/a con TEA, para que
aprendan interacciones exitosas, y la interacción
sea proactiva.
*Contención, más allá de que su hermano/a haya nacido antes o después del hermano
diagnosticado, los padres deben ofrecer la envoltura afectiva para que les sea
posible mentalizar sus angustias. Para que no quede atrapado por su sentimiento
de abandono afectivo, convirtiéndose en un reclamador del sentimiento que no
recibe, porque en estos casos puede estar más acentuado las emociones intensas
y contradictorias, típicas de todo vínculo fraterno.
*Superación de la preocupación por el futuro, si bien esta preocupación nace desde el
momento de recibir el diagnóstico, siempre se suele depositar en los otros
hijos, los que asumirán la función de cuidado cuando ellos no estén. Es por eso
que los hermanos /as van creciendo con la perspectiva fijada de su futuro
hipotecado. Esta preocupación a nivel familiar, la mayoría de las veces se
presenta de forma silenciosa, de allí que insisto en la superación de este
sentimiento, poniéndole palabras.
Resumiendo, las
técnicas de apoyo emocional para los hermanos/as de personas diagnosticado con
TEA son:
a-Proporcionar
información apropiada según la edad, de forma continuada y progresiva.
b- Ayudar a los
hermanos a desarrollar una relación con su hermano/a diagnosticado,
proporcionándoles amplias oportunidades de juegos y facilitando que el
hermano/a diagnosticado inicie interacciones.
c-Disponer de
espacios de tiempo especiales y planificados para compartir tanto con el hijo/a
diagnosticado/a como con sus hermanos/as.
d-Ayudar a su
hijo/a para que acceda a grupos de apoyo y/o otros recursos en caso que lo
necesite.
e- Considerar los deseos
y preocupaciones de los hermanos del hermano diagnosticado, a planificar su
futuro.
Con el correr del
tiempo he visto que las familias que han abordado eficazmente las cuestiones
ligadas a la comunicación, los vínculos y los valores, han podido apostar a mayor cantidad de éxitos dentro del hogar,
lográndose sentirse más unida y feliz.
Si bien el autismo
no es el único motivo de tenciones familiares, debemos tener en cuenta que para
no agravar la situación y vivir en armonía, se debe reflexionar y lograr una buena comunicación entre las
personas que rodean a la persona que lo padece, como también estar atentos a
recibir lecciones de vida que nos proporcionan las personas con autismo, porque
en mis años de trabajar con ellos, son muchas, muchísimas las cosas que ellos
me han enseñado.